La esperada serie Daredevil: Born Again llegó a Disney+ con dos episodios y reacciones divididas.
Charlie Cox regresa como el héroe, pero su mundo ha cambiado drásticamente. La serie mantiene el tono oscuro y el elenco sigue siendo un punto fuerte. Sin embargo, algunos críticos consideran que la trama no tiene cohesión y que el tratamiento del vigilantismo parece forzado.
Actualmente, la serie cuenta con un 84% en Rotten Tomatoes, una calificación aceptable pero inferior a las mejores temporadas de su predecesora en Netflix.
En Metacritic, tiene un 71/100, similar a las entregas anteriores. La actuación de Vincent D’Onofrio como Wilson Fisk sigue siendo elogiada, especialmente por su ambición de convertirse en alcalde de Nueva York.
El mayor punto de discusión en redes y entre críticos es la gran muerte que ocurre en el primer episodio. La estructura narrativa también ha generado controversia, con algunos señalando que la serie parece una amalgama de ideas inconexas. Alan Sepinwall de Rolling Stone describió la temporada como un «monstruo de Frankenstein» con partes cosidas de forma desordenada.
Por otro lado, Bob Strauss de The Wrap elogió la interpretación de Cox, destacando su equilibrio entre la vulnerabilidad emocional y la destreza en combate. Angie Han de The Hollywood Reporter señaló que la presencia de D’Onofrio es uno de los elementos salvadores de la serie. En contraste, Mike Hale de The New York Times criticó la falta de una estructura sólida, lo que debilita los temas del vigilantismo.
Las redes sociales también han sido duras con la serie. Algunos fanáticos critican el uso excesivo de efectos generados por computadora y la falta de la esencia que hizo especial a Daredevil en Netflix. Otros lamentan que la producción no mantenga el mismo nivel de guion, dirección y acción que la serie original.